En marzo el precio de demanda del mercado ha registrado un promedio de 27,77€/MWh. Esto supone una disminución de 8,1€/MWh (-22,7%) respecto al mes de febrero y del 43,2% vs. marzo 2019, cuando el pool se situó en 48,8 €/MWh.
El OMIE cierra el primer trimestre con una media de 34,9€/MWh, 20€/MWh más barato que el mismo periodo del año pasado.
Poca demanda, alta penetración de energías renovables y cotización del gas provocan la tendencia a la baja del mercado eléctrico.
Consecuencias COVID-19
Estas coyunturas se han visto agravadas por la epidemia del coronavirus. La demanda eléctrica ha caído progresivamente hasta un 19% desde la declaración del estado de alarma. Mientras, las renovables han cubierto el 51,7% de la demanda nacional (y más del 50% de la demanda peninsular) y el exceso de oferta de gas ha alcanzado mínimos históricos en su precio.
El resultado final es una reducción de la demanda nacional de un 4,6% con respecto al mismo mes del año pasado y un acumulado anual superior al 3%. Dicha disminución se debe especialmente al segmento PYMEs e industrial, ya que el confinamiento ha supuesto un incremento del consumo doméstico.
La energía eólica se ha alzado como primera tecnología del sistema, alcanzando un 26,8% del total, seguida por la nuclear (24,5%) y por la hidráulica (15%) que ha incrementado sustancialmente su presencia. La elevada contribución del conjunto de fuentes renovables ha presionado a la baja la aportación de ciclos combinados (9%) y cogeneración (10,6%). Por su parte, el carbón sigue manteniéndose en mínimos.
La caída de todos los mercados de commodities se ha visto reflejada en el mercado de futuros, que ha registrado mínimos históricos para todos los productos, tanto a corto como a medio plazo.
El Q2 ha cerrado el mes en 25€/MWh y el YEAR-21 ha alcanzado el valor mínimo desde principios de año (39,1€/MWh).
Las expectativas para el mes de abril son que tanto el pool como el mercado de futuros sigan la tendencia a la baja, provocada por la crisis económica generada por el COVID-19.