Hace tiempo que hablamos del impacto que la crisis actual del coronavirus está teniendo en la economía mundial. Los efectos económicos de la pandemia se están empezando a notar. Con especial dureza en las pequeñas compañías eléctricas.
Lee nuestro post COVID-19: Comercializadoras pequeñas y medianas. En él ya avanzábamos que las primeras en acusar el golpe iban a ser las empresas energéticas pequeñas y de carácter local. La prohibición de cortar la luz y el gas de los más vulnerables durante el confinamiento está aumentando la tasa de mora y los plazos de pago energético de estas compañías.
Septiembre, mes clave
A este respecto, CincoDias ha entrevistado a diversas figuras del sector nacional para resumir sus impresiones. Puedes leer el artículo completo aquí.
“El termómetro subirá a partir del mes de septiembre, porque los pagos se pueden aplazar hasta seis meses después de que finalice el confinamiento.” Concreta Jorge González Cortés, director de marketing de Gesternova.
“Las comercializadoras en general pueden sufrir tensiones de liquidez. Serán consecuencia de los impagos de las facturas de luz, tanto del consumidor residencial como de pymes, cuya actividad haya cerrado.” Avanza Alberto Amores, socio responsable de la práctica de energía y recursos naturales de Monitor Deloitte.
“La situación será más comprometida para las pequeñas comercializadoras que tengan alta exposición a los impagos.” Puntualiza José María González Moya, director general de la patronal renovable APPA. De momento, “entre sus asociados no hay alarmismo”.
La tasa de mora podría llegar al 10%
“La tasa de mora, que históricamente se situaba en el 1% de la facturación, podría llegar al 8% o el 10%. Siempre condicionada por el tiempo que dure el confinamiento y la crisis subsiguiente.” Comenta Emilio Rousaud, consejero delegado de Factorenergía. “Las medidas de protección a los hogares más vulnerables, el diferimiento en el pago y la suspensión de contratos provocará un fuerte repunte de la morosidad”, recalca.
El último informe de pobreza energética en España contiene una afirmación inquietante. El 7% de los hogares, casi 5M de españoles, apenas tienen con qué vivir una vez pagados los gastos de hogar y de energía. LOS SUMINISTROS NO SE CORTAN.